21 dic 2011

La gota...


¿Cuántas veces anhelé en el pasado sentir nada por alguien?
Hace tiempo que siento estar ya seca. De alguna manera es como si esto que estoy viviendo, no fuera mío. Me siento tan enajenada, tan fuera de mí misma. De muchas formas ya no experimento placer alguno al salir con las personas más allegadas a mí… no sé si alguno siquiera pueda considerarlo amigo. Entre más tiempo paso encerrada, menos quiero salir. He perdido completamente la habilidad de socializar, lo único raro es que ya tampoco me importa.
Siempre que me reúno con otras personas, no tengo idea de qué deba decir, siento una extraña inquietud. Indudablemente termino diciendo cosas estúpidas, desagradables o sin sentido y, la mayor parte del tiempo, es como si mi mente no estuviera ahí. No siento ya química con las personas… ni siquiera con mi propia familia.
Siempre creí que había algo malo en mí, algo que me alejaba terriblemente de las personas, algo que me hacía diferente a ellas, intangible, invisible, pero que me apartaba con un abismo de por medio de todos ellos. Siempre cargándome de sentimientos negativos, sintiéndome cada vez más perdida, más hundida, más sucia… más culpable.
Nunca he tenido el sentimiento de pertenencia a lugar alguno. Nunca he podido expresar lo que siento y eso mismo se ha convertido en una enfermedad, en un cáncer que lenta y dolorosamente me ha ido carcomiendo, volviéndome loca a días… solitaria por siempre. Aprendí a callar lo que sentía porque siempre recibí palabras de desaprobación, entonces encontré consuelo en las letras y el arte… para terminar entendiendo que lo único que puede salvarme, es el silencio.
¿Es que, a caso, todos somos sólo individuos que naufragamos en botes a la deriva con un montón de extraños cuya única cosa en común es compartir la misma situación y, a fuerza de compartir el mismo pequeño espacio, nos hacemos aliados por conveniencia pero nunca perdemos esa condición de individualidad hasta el último suspiro?
¿Es que alguna vez puede alguien escuchar el lamento de otros y salvarle de la caída sin pedir nada a cambio y permanecer así por siempre sin transmutarse en otro, para fusionarse en un mismo ser etéreo para llegado el momento sólo dejar de existir?
¿Existe una cura para mí?
Al final de todo, el único impulso que puedo controlar es de pedir ayuda…

5 dic 2011

Oxidación

Todas las habilidades humanas, si no son puestas en práctica y mejoradas, se deterioran, se olvidan o se pierden…
La habilidad para hablar prudentemente y la capacidad para mantener una relación con otras personas, son dos cosas que ya he perdido casi en su totalidad.
Hay personas ahora cercanas a mí con las que mantengo lo más cercano a una relación que he conocido jamás: pláticas banales y al final te das cuenta de que conoces poco del otro. Pero indudablemente siempre termino diciendo cosas estúpidas, sin sentido o comentarios hirientes (con o sin intención).
A veces desearía poder subsistir sin tener que darle la cara a nadie…
A veces sólo me pregunto por qué continúa uno aquí si todo carece de sentido.